Ánimo Para la Carrera

Lecciones de la Vida de Hudson Taylor
A través de los años el Señor me ha permitido encontrar algunas personas importantes quienes han llegado a ser héroes espirituales para mí. He conocido la mayoría de ellos por medio de la lectura de la biografía espiritual. En los artículos que voy a escribir en el transcurso de las próximas semanas quisiera presentar unos cuantos de ellos y compartir algunas de las lecciones que aprendido de sus vidas.
Hudson Taylor, el fundador de la Misión al Interior de China, es uno de mis héroes misioneros. Hermano Taylor fue usado por el Señor para crear una fuerza misionera poderosa para impactar el interior de China con el Evangelio. El siguiente testimonio nos hace entender cómo él podía mantener una relación cercana con Cristo que resultó en un ministerio tan fructífero. En abril de 1905, a la edad de 73 años, Taylor hizo su último viaje a China. Su esposa Jennie había fallecido, y él había pasado el invierno en Suecia. Su hijo Howard, que era médico, junto con su esposa, decidieron acompañar a Taylor en este viaje. Al llegar a Shanghái, él visitó el cementerio de Yangchtow, donde estaba sepultada su esposa María y cuatro de sus hijos.
Mientras recorrían las ciudades chinas, Howard pudo comprobar el gran amor que todos le dispensaban a su padre, y también descubrió cuál era el secreto de su prodigiosa vida espiritual. Para Taylor, el secreto estaba en mantener la comunión con Dios diaria y momentáneamente. Y esto se podía lograr únicamente por medio de la oración secreta y el alimentarse de la Palabra de Dios. Pero ¿cómo es posible obtener el tiempo necesario para estos dos ejercicios espirituales? Esta pregunta puede contestarse por ver el ejemplo de Hudson Taylor.
A menudo, cuando tanto los viajeros como los portadores chinos habían de pasar la noche en un solo cuarto en una de las humildes posadas chinas, se tendían unas cortinas para proveer un rincón aislado para el Hermano Taylor, y otro para su hijo y nuera. Y luego, cuando el sueño había hecho presa de la mayoría, se oía el chasquido de un fósforo y una tenue luz de vela avisaba que Hudson Taylor, por más cansado que estuviera, estaba entregado al estudio de su Biblia. De las dos a las cuatro de la madrugada era el rato generalmente dedicado a su ejercicio devocional – el tiempo cuando podía estar seguro de que no habría interrupción en su comunión con Dios. Esa lucecita de vela había sido más significativa para el grupo acompañante que todo lo que habían leído u oído acerca de la oración secreta; esto significaba una realidad – no la prédica, sino la práctica. A pesar de tener que enfrentar grandes desafíos en la vida Hudson Taylor pudo hacer un gran impacto para la gloria de Dios por medio de su vida y ministerio. Todo fluyó de su relación íntima con el Señor Jesús. Esa relación íntima recibió su ímpetu del tiempo que él pasó con su Señor en la Palabra de Dios y la oración.
Hay tres lecciones que se me resaltan del ejemplo de Hudson Taylor. Primero, la clave para una vida espiritual fructífera es mantener una comunión con Dios diaria y momentáneamente.
La segunda lección de importancia es que es necesario establecer una disciplina devocional diaria para poder mantener tal clase de comunión íntima con el Señor. Es de ayuda fijar una hora específica cada día para realizar el tiempo devocional. También, tener un lugar donde uno siempre pasa este tiempo con el Señor ayuda que uno sea fiel en reunirse con el Señor. Aún en los tiempos de viaje necesitamos dar los pasos para pasar nuestro tiempo diario con el Señor.
La tercera lección significativa es que nuestro ministerio espiritual fluye de nuestra relación cercana con el Señor Jesús. Tal relación cercana con Él se fortalece con el tiempo que pasamos con Él en la Palabra de Dios y la oración.
Por cierto, mi vida y ministerio han sido muy diferentes de la vida y ministerio de Hudson Taylor. Pero yo he sido grandemente bendecido en poder disfrutar de una intimidad con el Señor Jesús que solo puede explicarse cómo su don de gracia a mi vida. Es mi convicción que el tiempo que paso cada día con Él en Su Palabra y en la oración abre mi vida a tal intimidad y ayuda a prepararme a andar por fe cada día. Mi oración es que cada uno de ustedes descubra las riquezas que vienen de un encuentro diario con el Cristo Viviente por medio de leer y meditar en Su Palabra y pasar tiempo con Él en la oración y que su vida sea cada día más fructífera para Su gloria.

Sitio de Blog: Operación China 15 de octubre de 2009, “Biografía de Hudson Taylor (1832-1905).

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